Hola
de nuevo, en esta ocasión me gustaría ocuparme de uno de los tan de
moda mini amplificadores valvulares enfocados a la práctica, la
grabación o por qué no, bolos en pequeños locales. En concreto
vamos a hablar del Mooer Little Monster BM que promete aproximarnos
al sonido legendario del Fender Bassman a un volumen que no tire las
paredes de tu habitación.
Como
muchos de vosotros sabréis el Bassman fue introducido por Fender en
1952 como amplificador de bajo (de ahí su nombre) con el objetivo de
brindar más volumen a estos instrumentistas aunque su versión más
conocida el 5E6-A se introdujo en 1955.
Sin embargo rápidamente se hizo popular también entre los
guitarristas por su buena interacción con la guitarra y por entregar
un tono sencillamente delicioso y profundo. Quién sabe, quizá el
primero que descubrió lo bien que sonaba lo hizo por accidente al no
tener más remedio que utilizar un amplificador de bajo al no tener
dónde colocar su guitarra. Sea como fuere, el Bassman no solo brindó
un tono único a los guitarristas si no que sirvió de base a
Marshall para producir su también mítico JTM45. Así que hablamos
de un sonido clave para la historia del Blues y el Rock.
En
cuanto a Mooer, la mayoría de vosotros los conocereis por lanzar los
micropedales de calidad que vinieron a revolucionar nuestras
pedaleras, haciendo que la falta de espacio en ellas fuera cosa del
pasado. Ahora prometen lo mismo pero con las estanterías en nuestra
habitación en cuanto amplificadores.
Por
qué un Bassman valvular de bolsillo
Hasta
el día de hoy el sonido Bassman ha estado presente en casi todos los
emuladores digitales de amplificadores, cabría pensar que no hacía
falta ponerse a diseñar un mini amplificador cuando ya existen en el
mercado decena de chismes que lo emulan. Sin embargo todos estos
emuladores carecen de la calidez y respuesta que ofrecen las válvulas
y en especial las de su etapa de potencia. Conseguir esa respuesta a
volumen racional en una habitación era imposible con el Bassman
original o cualquiera de sus discípulos de Marshall… y no solo por
el volumen sino también por el espacio que ocupan…. así que
existía un hueco en el que el Mooer Little Monster BM podía entrar
y más en la era de los mini valvulares. Es cierto que existen otros
amplificadores a válvulas para práctica o grabación, pero todos
con sonidos “modernos” ninguno con ese feeling añejo a excepción
de la series limitadas de 1W de Marshall pero que cuesta 3 veces más
y ocupan más espacio.
El
Mooer Little Monster BM
Hablamos
de un amplificador realmente pequeño y ligero. Sus dimensiones son
12 cm de alto, 19 cm de ancho y 10cm de profundidad, con tan solo 2,5
Kg de peso por lo que claramente se puede agarrar con una mano sin
ningún tipo de problema, incluso llevar al hombro utilizando la
bolsa de transporte que viene con él. En cuanto a su precio está en
torno a los 195€.
Lleva
3 válvulas en total, dos en el previo (una 12at7 y una 12ax7) y una
en la etapa de potencia una 6V6GT. Todas ellas de la marca Sino China
que sustituí inmediatamente por unas JJ en el previo y una Electro
Harmonix en la etapa. En esto el BM no se diferencia en cuanto a la
calidad de las válvulas de serie que vienen China. Advertir solo,
que no es posible sustituir las 6V6GT por unas 6V6S como las JJ ya
que su altura es incompatible con la carcasa del amplificador
impidiendo el cierre.
Los
controles presentes en el Little Monster BM son mínimos, pero sin
duda todos ellos efectivos.
Thin/Mellow: Este
interruptor es lo más parecido a un pote de control de tono que
encontrareis en el amplificador. Solo tiene dos posiciones “Mellow”
para un sonido lleno, profundo y meloso y “Thin” que ofrece un
sonido con menos cuerpo, más definido y brillante. El cambio de uno
otro, como escuchareis en las muestras, no es radical sino muy sutil,
lo que en mi opinión es todo un acierto ya que el punto fuerte del
amplificador es su sonido tipo y llevarlo a dos extremos habría
perjudicado a la experiencia en el sonido que brinda.
Bright/Normal: En
este caso el interruptor nos permitirá pasar a lo que serían dos
canales diferentes, como el Bassman original, el bright con más
brillo, ganancia y presencia, y el normal más redondo profundo y con
menos ganancia.
Gain: Pues
eso, el control de ganancia, pero a diferencia del original en este
caso solo regularemos en nivel de ganancia del previo, no el volumen
general del amplificador, por lo que tenemos una variante más que no
nos ofrecen los modelos clásicos. En el caso del Little Monster BM,
el gain a tope emborrona aunque solo en el último 5% de su recorrido
total, es decir del 0 al 95 sería su recorrido óptimo.
Volume: Controla
el volumen general del amplificador y lo hace regulando la cantidad
de señal que pasa del previo a la etapa de potencia, justo lo que le
faltaba al Bassman al que quiere emular. Muchos pensareis que esto es
una gran ventaja, pero tratándose de un amplificador a válvulas que
busca reproducir el tono de un valvular vintage cuyo sonido derivaba
de la saturación de la etapa de potencia, solo lo consigue de la
misma manera es decir saturando la válvula de la etapa y esto solo
pasa subiendo el volumen y que en este caso como mejor funciona es
estando al máximo. Por lo que al final con el volumen a tope el
amplificador funciona como los de antaño solo regulado por el
control de Gain.
Selector
de impedancia: Pues muy sencillo el Mooer Little Monster BM nos
brinda la posibilidad de conectarlo a una pantalla de 8 ohms o bien
de 16 ohms según movamos este selector.
Impresiones
Realmente
hablamos de un amplificador que suena muy bien, tiene todo el feeling
de los amplificadores vintage de Fender y es fiel al tono Bassman. Y
cuando digo fiel me refiero a que cada nota, cada acorde que sacas de
él te recuerda a ese tono característico. Obviamente no funciona
exactamente como el Bassman, ni lo pretende ya que carece de la
cantidad de controles que tiene el de Fender pero sí que consigue
llevarte a su rango de tono.
Los
limpios son realmente limpios, con cuerpo, redondos donde cada nota
ocupa el toda la habitación o sala sin parecer débil, fría o sin
alma. Los arpegios son claros y llenos de armónicos increíblemente
musicales.
Los
overdrives son cálidos y gordos pero sin emborronar en ningún caso,
ni siquiera en el canal normal, tono en mellow y tocando con la
pastilla del mástil de una Les Paul con Humbucker, aun en ese caso
en concreto cada nota o acorde por grave que suena con increíble
definición y nitidez. Obviamente no vamos a poder tocar temas de
Pantera con él, no lo pretende, sin embargo podemos llegar a tocar
temas de rock clásico con el grano y calidez característicos de las
6V6 a tope de volumen sin necesidad de pedales.
En
cuanto a su interacción con los pedales es excelente. No he podido
probar con pedales Mooer porque no tengo ninguno, pero está claro
que con este amplificador quieren cuidar su negocio principal porque
se “traga” todo pedal que le metas, overdrives, distorsiones,
modulaciones etc, etc. todo con unos resultados totalmente
satisfactorios y siempre adictivos.
Obviamente
se echa a faltar un reverb, un lazo de efectos, más versatilidad en
la regulación de tono y una salida para auriculares, pero claro con
todo esto no cabría en una mano o no pesaría 2,5 kg. En cualquier
caso está claro que el este amplificador se centra en sonar como
tiene que sonar sin ir más allá.
Quizás
para muchos 194€ por obtener el tono Bassman cuando por menos
puedes tener una pedalera con 80 amplificadores diferentes sea algo
innecesario, pero este amplificador no va orientado a quien demanda
ese tipo de prestaciones, si no a quien busca un tipo de tono en
concreto, valvular, vintage y que se lleve bien con su pedalera
analógica y que siempre soñó obtener dicho tono clásico en su
habitación con ese feeling y respuesta que solo las válvulas dan y
del que las pedaleras o emuladores siempre se quedan a una distancia
considerable.
Y
ya que hablamos de volumen, en mi opinión es necesario acompañar
este amplificador con algún tipo de atenuador ya que como mencionaba
anteriormente como mejor suena es con el volumen a tope jugando con
el gain, y eso quiere decir tener 5W de potencia valvular al máximo
casi siempre, es decir mucho volumen. Sin embargo con un sencillo
L-Pad puedes obtener el tono ideal al volumen que ves la televisión.
Lo
mejor y lo peor:
Lo
mejor:
-
Sonido
-
Dimensiones y peso
-
Interacción con pedales
-
Construcción robusta y vistosa
-
Respeto por el sonido de cada guitarra
-
Facilidad de cambio de válvulas.
Lo
peor:
-
Poco versátil
-
No disponible en tiendas físicas
-
Falta de lazo de efectos y salida emulada o de auriculares.
Y
estas son mis conclusiones después de haber probado de manera
intensiva a este pequeño monstruo durante un mes y medio… Espero
en breve poder ponerme con otra review, en este caso del Mooer Little
Monster AC.
Saludos
Gracias por la review!
ResponderEliminarMe gusta porque parece objetiva, y no la típica que se hace de un juguete nuevo que nos ciega.
Tengo mucha curiosidad por la del Monster AC.
Tengo ya en favoritos este blog, parece muy interesante.
Saludos desde Galicia!
Muchas gracias,
EliminarTengo pendiente hacer una review del AC, el cual aún lleva más tiempo conmigo y es el ampli que utilizo para los temas que necesitan el tono Vox del AC30.
A ver si tengo tiempo y me pongo con ello.
Saludos